martes, 1 de diciembre de 2009

A todo cerdo le llega su San Martín




Nieblas matutinas en la Ribera de las Huerbas, se puede beber agua con solo abrir la boca, frio que transforman patas de cochino en manjares deliciosos.




Llegó San Martín y con él las tradicionales matanzas domiciliarias de cerdo ibérico. Esta tradición serrana puede verse aún hoy en día en pueblos como Cortelazor la Real, ejemplo sincero de pueblo serrano, y remanso de paz para el cuerpo y el espiritu.




Paseando tranquilamente por las calles de Cortelazor, pueden volver atrás en el tiempo y deleitarse con las habilidades del matarife, las mujeres embutiendo las morcillas, la disección del guarro, las diferentes carnes expuestas al frio de la mañana, el olor de la olla del cocido serrano,... un auténtico contacto con el pasado lejos de artificios y decorados de cartón piedra.




Aquí, en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Cuna del mejor jamón del mundo.


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